Raúl Berdonés, “el mundo es nuestro escenario”

El fundador y presidente ejecutivo de Secuoya Content Group, la compañía referente en la creación, producción, postproducción y distribución de contenidos en español para el mercado global, describe la España que es protagonista de la industria audiovisual mundial.

En la gran pantalla de la economía global, la industria de contenidos no solo es un protagonista clave, sino también el director de algunas de las historias más emocionantes de nuestro tiempo. Desde los grandes estudios de Hollywood hasta las producciones locales que conquistan corazones en plataformas de streaming, este sector está escribiendo un guion de crecimiento y transformación que merece toda nuestra atención.

A nivel mundial los ingresos de la industria audiovisual superaron la impactante cifra de tres billones de dólares en el último año y se prevé que estos ingresos continúen aumentando a una tasa anual compuesta del 3,9% hasta 2028, lo que llevaría a generar casi 4 billones de dólares de aquí a tres años.

Más allá de las cifras, la verdadera magia radica en la capacidad de esta industria para conectar culturas, emocionar a la audiencia y generar empleos: más de 25 millones de personas en todo el mundo forman parte de este gran sector.

En Europa estamos fuertemente consolidados como un sector estratégico, aportando el 0,7% del PIB europeo y creando más de 4,5 millones de empleos. Pero lo que hace única a Europa es su diversidad cultural. Con más de 850 producciones originales, demuestra que sus historias, narradas en multitud de idiomas y contextos, generan un atractivo global. Cada hora de contenido producido —más de 14.000 horas de ficción y cine— es una invitación al mundo a descubrir nuestras realidades y sueños.

En España, sin duda, brillamos con luz propia. Nuestra industria de contenidos no solo está ganando relevancia en el ámbito nacional, sino que también está conquistando a millones de espectadores internacionales. Con un crecimiento del 37% en producciones cinematográficas, según cifras definitivas de 2023, y una contribución del 0,8% al PIB nacional, demostramos que somos actores principales y jugamos en las grandes ligas. La tendencia en nuestro país también es muy positiva, con un crecimiento anual previsto del 2,6% hasta 2028 y con una estimación de ingresos que podrían alcanzar los 42.907 millones de euros.

Las políticas de apoyo han sido un factor destacado en este crecimiento. Gracias a los beneficios fiscales a la producción, el sector audiovisual ha encontrado una estabilidad y seguridad jurídica y fiscal que ha fortalecido su desarrollo y ha atraído inversores. Esta política ha generado un entorno de confianza que refuerza la competitividad del sector. La mejora de esta política se formalizó el 28 de marzo de 2019, mediante la Ley de Incentivos Fiscales para la Producción Audiovisual, que establece un régimen de deducción fiscal para las empresas que inviertan en la creación de contenido audiovisual dentro del país. Además, se implementó un marco normativo claro que asegura la transparencia en los procesos y una mayor facilidad para la ejecución de proyectos.

Gracias a este enfoque, la industria audiovisual ha logrado diversificarse, atrayendo tanto a productores nacionales como internacionales, consolidándose como un motor clave de la economía cultural y creativa. Según cifras consolidadas de 2023 del Informe PRODU, en España se produjeron más de 350 series y programas que no solo conquistaron al público local, sino que también trascendieron fronteras llegando a numerosos países gracias a las alianzas con gigantes del streaming como Netflix, HBO y Prime Video.

Este auge ha sido un plano secuencia que no deja de capturar nuevos ángulos. Según el Informe MIPCOM 2024, ICEX y Parrot Analytics, el contenido originado en España en los últimos cuatro años generó unos ingresos estimados de 5.100 millones de dólares en las plataformas de streaming. El impacto de nuestra industria en el mercado internacional es innegable. Hemos demostrado un crecimiento interanual constante, y nuestras historias siguen ganando adeptos en todos los rincones del planeta. En los últimos cuatro años, las cifras hablan por sí solas: +40% en Estados Unidos y Canadá, +56% en Latinoamérica, +73% en Europa, +100% en Asia, +175% en Oceanía y un +67% en otras regiones.

 

No es casualidad que, según el Observatorio Audiovisual Europeo, España haya ocupado la tercera posición en exportación de contenido en Europa durante 2024 y la quinta a nivel global. Este crecimiento también se refleja en el gasto de los servicios globales de streaming y contenido original europeo, concentrado especialmente en Reino Unido y España. En nuestro país, las plataformas han sido protagonistas del reparto, invirtiendo más del 50% del gasto total y consolidándonos como un set imprescindible en el mapa de los generadores de contenidos internacionales.

El sector audiovisual no solo brilla por su creatividad, sino también por su impacto social y económico. Según datos del Ministerio de Transformación Digital, en la última década, esta industria ha generado más de 100.000 empleos directos y cerca de 200.000 indirectos, consolidándose como un motor esencial de la economía española.

Su influencia no se limita a las localizaciones de rodaje o a las salas de postproducción; también impulsa actividades en sectores como el turismo, la tecnología y la formación especializada. En este panorama, el tejido industrial nacional se proyecta como algo más que entretenimiento: es una red de talento y oportunidades que contribuye al desarrollo del país.

Nuestra aportación al mercado global también es digna de mención. Los contenidos españoles representan cerca del 5% del consumo global en plataformas OTT, un dato que no solo subraya la calidad de nuestras producciones, sino también su capacidad de conectar con audiencias de diferentes culturas y contextos. En un mundo donde las historias son el nuevo petróleo, España es una fuente inagotable de narrativas frescas y relevantes.

La industria audiovisual es, en esencia, una promesa de futuro. La tecnología, desde la realidad virtual hasta la inteligencia artificial, está redefiniendo las reglas del juego, abriendo nuevas posibilidades. España tiene la oportunidad de liderar esta revolución creativa, no solo como un mercado de producción, sino también como un centro de innovación.

Pero para que esta película tenga un final feliz, necesitamos seguir invirtiendo en talento, infraestructuras y políticas que apoyen a este sector. La colaboración entre instituciones públicas y privadas será clave para asegurar que nuestras historias sigan resonando en las pantallas del mundo.

La industria de los contenidos no es solo entretenimiento. Es cultura, economía, inversión y empleo. Es la ventana a nuestra identidad y un puente hacia el futuro. Y en este viaje, España está demostrando que tiene lo que se necesita para ser un protagonista global.

Como en cualquier gran historia, los retos son inevitables. Pero, como hemos demostrado una y otra vez, tenemos la creatividad, la resiliencia y el talento para superar cualquier obstáculo y convertir los desafíos en oportunidades. El mundo es nuestro escenario, y estamos listos para dar el siguiente gran paso.

Luces, cámaras y acción.

*Raúl Berdonés, fundador y presidente ejecutivo de Secuoya Content Group”

N. del E.: contenido reproducido y compartido por su contribución a la internacionalidad de España desde El Confidencial. Puedes ver el contenido original aquí.