“Josep Martínez es CEO de Crevin. Es un ejecutivo con una sólida trayectoria en liderazgo y gestión empresarial, iniciada en el sector de la automoción y expandida a industrias como la manufactura, los servicios y los bienes de consumo. Con más de 20 años de experiencia en dirección general, gestión de activos, operaciones y desarrollo de negocio, ha liderado con éxito proyectos estratégicos de expansión internacional, transformación organizativa y optimización de procesos en compañías de referencia. Es Ingeniero Industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y ha complementado su formación con un MBA en ESADE, un programa de Emprendimiento en Babson College y un PDD en IESE Business School, consolidando un perfil directivo con un enfoque centrado en la innovación, el crecimiento empresarial y la gestión estratégica. Actualmente, como CEO de Crevin, lidera la transformación y expansión de la compañía, impulsando su posicionamiento en el mercado global y fortaleciendo su estrategia de crecimiento.
Crevin es una marca de textiles para tapicería premium. ¿Cuáles son vuestros valores de marca?
En Crevin construimos marca con una propuesta de valor basada en diseño/innovación, calidad y sostenibilidad.
Somos una empresa con vocación industrial, que diseña y fabrica íntegramente en nuestra sede de Terrassa (Barcelona), combinando tradición y tecnología para crear tejidos que destacan por su estética, durabilidad y funcionalidad.
Nuestra visión de la calidad va más allá del producto en sí: abarca todo el proceso, desde la selección de materias primas hasta el diseño y la producción, garantizando el mejor textil en términos de calidad, durabilidad y sostenibilidad.
La innovación está en nuestro ADN. Crevin ha sabido evolucionar a lo largo de cinco décadas, incorporando tecnologías avanzadas en tejeduría y acabados, así como desarrollando soluciones textiles que responden a las necesidades de un mundo en constante cambio.
La sostenibilidad es una prioridad estratégica. Creemos en un modelo de negocio responsable, basado en la economía circular y en el uso eficiente de los recursos. Este compromiso se traduce en iniciativas concretas, como el uso de fibras recicladas, la optimización de los procesos productivos para minimizar residuos y la implantación de tecnologías que reducen nuestra huella ambiental.
Por último, y no menos importante, en Crevin somos una comunidad que vive con pasión el oficio del textil, con una sólida experiencia en los procesos de creación y manufactura de los tejidos. Esta familia ‘Crevin’ nos hace tener una manera de trabajar propia, nuestro ‘Crevin Way’, que está orientada a la excelencia en todos nuestros procesos, y en cómo nos relacionarnos con nuestro entorno y stakeholders, con la premisa de aportar siempre valor a nuestros clientes.
En definitiva, creemos que una marca con fuertes valores nos ayuda a consolidar nuestra reputación como referentes en el sector textil, generando confianza y fidelidad en nuestros clientes. Además, nos permite conectar emocionalmente con diseñadores, fabricantes y usuarios finales, quienes buscan algo más que un producto: buscan una identidad, una historia y una filosofía alineada con sus necesidades y valores.
Con casi 50 años de historia, ¿cuáles han sido los principales hitos en la evolución de Crevin?
Crevin nació como una empresa familiar dedicada a la fabricación de tejidos para tapicería de alta calidad, consolidándose rápidamente en el mercado nacional. Con una apuesta constante por la innovación, en los años 90 incorporamos el telar jacquard, lo que nos permitió desarrollar colecciones con una riqueza estética y técnica superior, ofreciendo diseños más sofisticados y personalizados.
A finales de los 90 dimos un paso fundamental en nuestro compromiso con la seguridad y sostenibilidad al obtener la certificación OEKO-TEX®, convirtiéndonos en una de las primeras empresas del sector en garantizar que nuestros textiles fueran seguros tanto para la salud humana como para el medioambiente.
La expansión internacional llegó con fuerza entre 2000 y 2010, periodo en el que Crevin amplió su presencia en mercados clave de Europa, Norteamérica y Asia, estableciendo una sólida red de distribución que llega hoy en día a más de 60 países. Esta proyección global nos permitió seguir evolucionando e incorporando nuevas iniciativas sostenibles. En 2015, integramos procesos de reciclaje en nuestra producción, incorporando fibras regeneradas sin comprometer la resistencia ni la estética de nuestros tejidos.
Nuestro compromiso con la sostenibilidad se reforzó en 2022 con la implementación de tecnologías avanzadas de ultrafiltración y reciclaje de agua en nuestra planta de producción, optimizando así el uso de los recursos hídricos. Este esfuerzo continuo por la innovación y la responsabilidad ambiental nos ha llevado a crear el Análisis del Ciclo de Vida de todos nuestros tejidos en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya para analizar su impacto ambiental. Nos hemos certificado en los dos últimos años como ‘Made in Green’ y empresa ‘Zero Waste’.
Sois una empresa conocida por su innovación sostenible. ¿Cómo integráis las nuevas tecnologías en el proceso de diseño y producción de tejidos?
La tecnología es una aliada fundamental en nuestro compromiso con los tres pilares que definen nuestra estrategia: calidad, innovación y sostenibilidad. En Crevin, apostamos por la innovación y en seguir aprendiendo en cada fase del proceso productivo para optimizar recursos y minimizar nuestro impacto ambiental.
Todo empieza en la etapa de diseño, donde juntamente con el Análisis del Ciclo de Vida, optimizamos el proceso de fabricación de los tejidos, reduciendo el desperdicio de material y el consumo de recursos. En la tejeduría, contamos con telares de última generación que nos permiten fabricar los tejidos con un consumo eficiente de energía.
Además, hemos desarrollado procesos de acabado sostenibles eliminando el uso de productos químicos y minimizando el impacto ambiental, asegurando al mismo tiempo la calidad y durabilidad de nuestros tejidos. También incorporamos fibras recicladas en nuestras colecciones, sin comprometer la resistencia ni la estética, lo que nos permite avanzar hacia una producción más circular.
Uno de los avances más significativos en nuestra apuesta por la sostenibilidad ha sido la instalación de nuestra planta de reciclaje de agua y ultrafiltración. Gracias a esta tecnología, conseguimos recuperar y reutilizar hasta un 70% del agua utilizada en el proceso productivo, lo que nos permite reducir drásticamente el consumo hídrico y minimizar la generación de vertidos.
En 2024 recibisteis el premio de la Cámara de Comercio de Terrassa a la ‘Empresa más sostenible’ y, además contáis con distintas certificaciones en este aspecto. ¿Qué impacto tiene la economía circular en vuestra estrategia empresarial y cuáles son las principales iniciativas que estáis llevando a cabo en esta materia?
Este reconocimiento reafirma el trabajo que llevamos impulsando durante los últimos 10 años. La economía circular es un pilar clave en nuestra estrategia, ya que nos permite cerrar el ciclo de vida de los materiales y reducir el impacto ambiental de nuestra actividad.
En Crevin reciclamos y clasificamos todos nuestros residuos textiles, dándoles una nueva vida a través de un proceso circular. Los enviamos a un hilador local, donde los materiales se trituran hasta convertirlos en fibras, se limpian y se mezclan nuevamente en un proceso llamado cardado. Luego, estas fibras se transforman en mechas y se hilan para crear nuevos hilos, que regresan a Crevin y se reutilizan en el forro de nuestros tejidos.
El 100% de nuestra colección incorpora forro reciclado y, como mínimo, un 15% de material reciclado en su composición. Gracias a esta iniciativa, cada año evitamos que más de 65.000 kg de residuos textiles acaben siendo incinerados.
Trabajamos, también, con proveedores de proximidad consiguiendo optimizar la logística para reducir el impacto del transporte y gracias a la planta de reciclaje del agua y ultrafiltración conseguimos ahorrar más de 100.000 litros de agua al día, lo que sería el equivalente de 1.450 duchas de 5 minutos y eliminar los micro plásticos del agua que devolvemos a la red.
Entendemos la sostenibilidad como un camino de mejora, y nuestro objetivo es seguir avanzando en este camino, desarrollando nuevas soluciones que contribuyan a una industria textil más sostenible y eficiente
Actualmente tenéis presencia en más de 60 países. ¿Cuáles consideráis que son los principales desafíos al expandirse a otros mercados?
Expandirse a nivel global implica múltiples desafíos, desde la adaptación a normativas y certificaciones propias de cada país, hasta la gestión eficiente de la logística y el posicionamiento de marca en mercados con diferentes sensibilidades y expectativas.
La creciente demanda de productos responsables nos obliga a mantener un control exhaustivo sobre nuestros procesos, garantizando que nuestros tejidos cumplan con los estándares más exigentes a nivel internacional.
Otro desafío al que nos enfrentamos al iniciarse en nuevos mercados es conectar con aquellos que han de ser nuestros clientes, identificar quienes comparten creencias similares con nuestros valores y principios. Para ello es clave transmitir nuestra identidad como marca y nuestra propuesta de valor, a fin de establecer conexiones solidas en el tiempo. Diferenciarnos a través de los activos intangibles es un reto que tenemos hoy en día en un mercado saturado de producto.
¿Cómo se adapta la estrategia de diseño y producción a las diferentes necesidades de los mercados globales?
Nuestra estrategia equilibra una visión global con la agilidad y capacidad de adaptación que nos brinda abarcar todo el proceso de creación del tejido.
Como empresa no podemos ser estáticos, hemos de evolucionar y adaptarnos a las cambiantes necesidades y preferencias del mercado. Por ello es vital estar constantemente en conexión con nuestra comunidad de referencia, que la conforman el conjunto de clientes y tendencias no solamente de nuestro sector sino también de sectores afines. Ello nos permite desarrollar cada año nuevas colecciones de tejidos, que no solo cumplen con los estándares de estilo y calidad, sino que también conectan y aportan valor a nuestra comunidad, a través de los proyectos de interiorismo en el hogar y en contract.
Esta capacidad de adaptación es lo que nos permite ofrecer soluciones versátiles, desde textiles sofisticados hasta tejidos altamente resistentes para entornos de alto tránsito.”
N. del E.: contenido reproducido y compartido por su contribución a la internacionalidad de España desde el FMRE. Puedes ver el contenido original aquí.